"En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio” Salmos 62: 7 y 8
Hay una
garantía maravillosa que encuentras en la Palabra de Dios y es que Él tiene
cuidado de ti. En este pasaje encontramos cuatro maneras en que esa amorosa
disposición de Dios hacia ti, se manifiesta:
(1) En Dios está tu salvación: a lo
largo de las páginas de la Biblia puedes encontrar preciosas promesas de que
Dios te salvará de distintas maneras: Él hace maravillas en situaciones de
extremo peligro para rescatar a los suyos (Ex. 14:13), Él promete ir contigo
para pelear por ti en contra de tus enemigos (Deut. 20:4), Dios levanta tu
cabeza bendiciéndote a la vista de tus enemigos (1 Sam. 2:1), Él libra de la
aflicción (Sal. 18:27), Él concede las peticiones de tu corazón (Sal. 21:1), Él te enseña y te guía (Salmos 25:5) y Él es tu ayudador
(Sal. 27:9). La salvación más grande es la que nos proporcionó Jesús al morir
en una cruz por nuestros pecados, en Él tenemos perdón, una vida abundante aquí
en la tierra y luego la vida eterna.
(2) En Dios está tu gloria: La gloria
está asociada a honor, fama, reputación y esplendor. En la Biblia encontramos a
José pidiéndole a sus hermanos que le comunicaran a su padre toda la gloria de
él en Egipto, refiriéndose al elevado lugar donde Dios le había puesto, y a su
fama y honor ante Faraón y toda la nación (Gen. 45:13). La gloria del hombre,
entonces, es la situación de estar en un lugar de honra, de bendición, de
prosperidad y buena reputación. La palabra de Dios afirma en Salmos 3:3 que
Dios es quien levanta tu cabeza (en contraposición a una cabeza baja por vergüenza)
y que Él es tu gloria.
(3) En Dios está tu roca fuerte: Él es tu
más fuerte amparo. Puedes descansar en su justicia, misericordia y fidelidad. Él
“es la Roca, cuya obra es
perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna
iniquidad en él; es justo y recto” (Deut. 32:4). El hecho de que Dios es tu
Roca, se basa en que Él te ha dado sus mandatos por medio de su palabra para
que los cumplas y te vaya bien. Jesús nos dice que cualquiera que escuche su
palabra y la cumpla es semejante al hombre prudente que construyó su casa sobre
la roca (Mt. 7:24) encuentra seguridad, estabilidad y bendición.
(4) En Dios está tu
refugio: Porque Dios es tu refugio, puedes recurrir
a Él continuamente (Sal. 71:3). Él está contigo y puedes contar con su
protección y respuesta cuando clamas a Él. Cuando buscas amparo bajo su abrigo,
tú estás seguro. Dios nos dice en su Palabra: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios” (Sal. 46:10)
Debido a que en Dios está tu salvación,
tu gloria, tu roca fuerte y tu refugio; puedes y debes esperar en Él (en lo que
Él hará por ti) siempre. Si te encuentras en medio de problemas, enfermedad,
peligro o necesidad; cualquiera que sea la situación que te aflija, busca a
Dios en oración, derrama ante él tu corazón con tus tristezas y anhelos, y pide
su intervención, porque Él es Todopoderoso y su disposición es favorecerte,
protegerte y librarte.
Mayte Alayón Afonso
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