sábado, 10 de noviembre de 2012

11 Lecciones de Prosperidad Financiera



Hace unos días, estaba en mi devocional pidiéndole ayuda y dirección al Señor por alguna metas y proyectos. Comencé alabando a Dios, luego orando. Luego le pedí un texto para meditar en él. Abrí la Biblia y sentí que era Proverbios 31:10-31, y me sorprendió porque le pedí un pasaje bíblico que tratara sobre finanzas; pero siguiendo el sentir que tuve comencé a leer y estudiar ese pasaje, pero enfocándome solamente en lo relacionado con los negocios y las finanzas.


Encontré importantes lecciones que necesitaba conocer o al menos recordar. Me hizo ver más allá parámetros que imperan en nuestra cultura: consumir, ahorrar para gastar en cosas que nos gustan o que nos dan prestigio, enfocarme en que me reconozcan y me den en lugar de ganarme a pulso las cosas, entre otros.

Primero leí todo el pasaje 2 veces. Luego seleccioné los textos que  tratan el tema financiero: 13-19, 21,22, 24, 25 y 27. Posteriormente apliqué el Método Devocional que muestro en este link: http://mensajerosesperanza.blogspot.com/2009/07/deleitandonos-en-su-palabra-traves-del.html, el cual recomiendo ampliamente para meditar en las Escrituras. Y, finalmente, listé las lecciones de prosperidad financiera que extraje con la ayuda del Señor.

Como resultado, obtuve los siguientes consejos en cuanto a hábitos enseñados en este pasaje  que conducen a una próspera gestión financiera:

1.- Sé madrugador(a), trabajador (a), laborioso (a) : esto significa desarrollar autodisciplina. Alguien definió la disciplina como hacer lo que te conviene aunque no sea lo que más te plazca en un momento dado y David Campbell (citado por Stephen Covey, 2006) afirmó que “disciplina es recordar lo que uno quiere”. Es decir, si te pones metas y las mantienes presente en todo momento, tendrás la fuerza de la motivación para hacer lo que se necesita aunque no sea cómodo.

2.- Mira a tu alrededor y considera qué recursos y herramientas tienes: materiales, aptitudes, habilidades, experiencias de trabajo, conocimientos, etc. Entonces toma lo que tienes a tu alcance y trabaja en ello con excelencia y ponlo a la venta. Esto puede significar que si sabes muy bien inglés des clases, que si eres experto(a) en redes  sociales ofrezcas tus  servicios a empresas (pequeñas, medianas y/o grandes)  para gestionarle su marketing a través de éstas, que si te encantan los niños y tienes mucha paciencia busques trabajo en una ONG para atender niños huérfanos, o si sabes hacer deliciosos dulces los vendas. Hoy en día hay muchas formas gratuitas de darle publicidad a nuestros servicios.

3.- Haz más de una cosa que te genere ingresos si te es posible. Aunque en este pasaje esto se refiere directamente a las personas que tienen sus negocios (pequeñitos o grandes), pienso que esto tiene también relevancia para los empleados, porque además de permitirles ganar más dinero es un “seguro” contra el desempleo en caso de que te despidieran. Eso sí, sin perder de perspectiva la necesidad de llevar una vida equilibrada dándole prioridad a Dios, a ti mismo(a), a tu esposa(o) y familia.

4.- Desarrolla conocimientos, habilidades, destrezas. Mantente siempre creciendo, con deseos de saber, aprovechando tu potencial. Esto te dará más valor y, por ende, te permitirá mejorar tu situación económica. Esto implica también desarrollar habilidades y destrezas para mejorar el hogar y economizar (por ejemplo aprender a reparar artefactos, hacer adornos, ropas, etc.).

5.- Trabaja con esfuerzo y determinación, ya sea en tu empleo, pasantía, negocio propio o en el hogar. Poco después de ese tiempo de oración y meditación en esta porción de las Escrituras, tomé un libro que tenía años de haber leído  y en uno de sus apartados explica esto de una manera muy útil. Anthony Robert (1992), quien alcanzó grandes niveles de prosperidad financiera, enseña a sus lectores algunas lecciones para crear riqueza duradera, y la primera me impactó, especialmente a la luz de lo que me había dejado este estudio: “la clave que conduce a la riqueza es ser más valioso”. Ese valor radica no sólo en el desarrollo de habilidades, conocimientos especializados, como decíamos antes,  sino  pensar creativamente cómo contribuir más y mejor con tu empleador, clientes, compañeros, comunidad, pareja, familia, etc. Esto requiere esfuerzo y determinación. Según este autor, la manera más importante (si no la única)  de lograr prosperidad es “añadir verdadero valor a las vidas de las personas” Implica estudiar modos de superar las expectativas, de dar solución creativa a problemas existentes, de correr la milla extra.

6.- Escoge bien tus proveedores en cuanto a calidad y precio aunque eso implique el esfuerzo de ir más lejos.

7.- Sé previsor (a): eso significa “ver” las cosas o las situaciones antes de que sucedan, adelantarte a las eventualidades. Y no solo verlas con anticipación sino prepararte para ellas de manera que cuando lleguen tú estás bien preparado(a). Este hábito te permitirá afrontar confiado el porvenir.

8.- Ten la mira en invertir para obtener beneficios: por ejemplo,  comprar un bien  para ponerlo a producir. En general, no tenemos una cultura de inversión pero esto es fundamental para tener prosperidad financiera. Para invertir, primero hay que tener el hábito de ahorrar. Pídele a Dios sabiduría en esto.

9.- Sé vigilante de la  marcha de tu empleo y/o negocio, y de tu casa: haz seguimiento y evaluación de cómo está funcionando todo. No basta con desarrollarte, esforzarte, prevenir, etc., es necesario monitorear cómo se desenvuelven las distintas áreas.

10.- Sé honorable: paga  tus cuentas al día, cumple lo que prometes, que tu palabra sea “un documento” como reza el dicho. En Romanos 13:7 nos lo dicen con claridad: “Pagad a todos lo que debáis; al que impuesto, impuesto; al que tributo, tributo; al que temor, temor; al que honor, honor”.

10.- Vístete bien, con prendas de calidad y con armonía y buen gusto: esto es una consecuencia de tener hábitos para lograr prosperidad financiera, tener recursos para vestirse bien. Además lo veo como un consejo que nos viene bien. Para bien o para mal, nuestra forma de arreglarnos transmite una imagen a los demás y nos conviene que nuestra apariencia sea una excelente carta de presentación. Hay programas de televisión, videos gratuitos que nos pueden ayudar a arreglarnos y presentarnos de manera agradable y profesional. También podemos fijarnos en las combinaciones de ropa que exhiben en las tiendas. Siempre recordando el decoro que debe caracterizarnos.

11.- Sobre todas estas cosas, teme a Dios que es el principio de la sabiduría, y lograrás honra y prosperidad.
Hay más lecciones financieras en la Biblia, muchas de ellas en todo el libro de Proverbios. Una promesa de prosperidad (espiritual y material) es meditar en las Escrituras para obedecerlas (Josué 1:8 y 9, Salmo 1).


¿Te sirvieron estos consejos? ¿Hay alguno que consideras más importante? ¿Aprendiste algo nuevo? ¿Nos compartes algún consejo financiero que hayas encontrado en la Biblia?

¡Que Dios te bendiga grandemente!

Referencias:

Sagradas Escrituras – Reina Valera 1960
Covey, Stephen (2006). Grandeza para cada día. Editorial Grupo Norma.
Robbins, Anthony (1992). Controle su Destino. Editorial Grijalbo Mondadori.

Nota: los libros no-cristianos que cité son para examinarlos cuidadosamente, retener lo bueno y desechar lo malo (1 Tesalonisenses 5:21)

2 comentarios:

  1. Importante enseñanza.
    Seguiré escudriñando tu blog.

    Dios te continúe bendiciendo.

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  2. Abel mil gracias, es un honor para mi, me encanta tu blog.
    Que el Señor te continúe bendiciendo también a ti.

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